jueves, 23 de septiembre de 2010

No te entregues, corazón libre, no te entregues

Rafael Amor


Mientras que otros niños oían a Teresa Rabal y Enrique y Ana yo...............también; pero además en mi casa y en el coche se escuchaba otra música de la que no podía hablar con mis amigos. Autores como Victor Jara, Atahualpa Yupanqui, Jorge Cafrune, Mercedes Sosa y claro está Rafael Amor, retumbaban en el coche y en la garganta de mi padre con su guitarra. Músicos con una historia a sus espaldas, muy impregnados en política, más de lo conveniente para que una niña lo oyera dirían muchos, pero yo miraba a mi padre con los ojos muy abiertos cuando cantaba "Las coplas del payador perseguido" y decía aquello de:

"El trabajo es cosa buena, es lo mejor de la vida 
pero la vida es perdida trabajando en campo ajeno
unos trabajan de trueno, y es para otros la llovida.
El estanciero presume de gauchismo y arrogancia 
el cree que es extravagancia que su pion viva mejor
pero no sabe es señor que por su pion tiene estancia"


La verdad, no entendía nada pero ahora que si lo entiendo aún se me abren más los ojos. La primera nana que oyó mi hija fue "Duerme negrito"  de Atahualpa Yupanqui cantada por la negra Sosa y todavía lloré cuando el año pasado (2009!!) enterraron a Victor Jara, asesinado el 16 de septiembre de 1973, hace 36 años, a mi me faltaban 5 para nacer.

De todos ellos al único que he podido disfrutar en directo ha sido a Rafael Amor, todas las veces que he podido en el Hula Hula en León. Cuando voy a una de sus reuniones, no me da la impresión de ir a un concierto de un artista, pareciera que voy a oír a mi padre tocando la guitarra en el salón de casa. Se que son unas horas de olvidarme de mis problemas pero sin olvidar los del resto del mundo, de risas, muchas risas y de una voz y una música que te hacen emocionar hasta llorar. Tengo que agradecerle a él y a mis padres que cuando era jovencita me enseñaran que había más cantantes que los de los 40 principales (gracias a Dios) y que la música puede dar voz a quien no la tiene.


Dejo aquí una canción que me ha valido en mi vida sobre muchas otras, que siempre que la oigo me da el ánimo suficiente para tirar hacia delante, que, como dice el Rey, para atrás no hay sitio.CORAZÓN LIBRE. Rafael Amor y Mercedes Sosa

Como dato curioso, el otro día en una reunión familiar, mi padre volvió a cantar "Las coplas del payador perseguido" y mi hija le miraba con los ojos muy, muy abiertos...

2 comentarios:

Piedad dijo...

¡Qué bonito leer estas cosas de buena mañana! Adelante.

Tremandur dijo...

Joe, pero que estilazo tienes para contar todas estas cosas... :)
Y que bueno imaginarme a Pedro con la guitarra.

Besos

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