Razones para ser feliz

En estos días de fría crisis invernal, tanto que creo que me ya me apellido Stark (siiii, empecé por fin Juego de Tronos y he de reconocer que me gusta), se hace altamente necesario esta lista para recordar porqué ser feliz; a veces se nos olvida y siempre hay una razón y cuando no la hay nuestro deber es inventarla, nuestra felicidad y la de los que nos rodean depende de ello.

Mis razones de hoy para ser feliz son:

-El otro día nos encontramos un gato, un gato pequeñito, naranja y suave, que la Princesa quería llevarse a sus aposentos y que tras indagar si tenía dueño le dejamos donde le habíamos encontrado con la promesa de volverle a visitar. En aquel paseo encontramos unas colmenas y un manzano del que cogí una manzana enorme y riquísima. La comitiva estaba compuesta por el Rey tirando de todos (como siempre), la Princesa descubriendo el otoño debajo de cada hoja, el Pequeño Guerrero cargado a mi espalda y dormido, y la Reina que suscribe. Un buen día.

- Ayer viendo "Una Amistad Inolvidable", una película preciosa sobre la amistad de una niña y un zorro, mi Princesa se acercó y me dijo: ¿Sabes mami? que en su barriga tiene zorritos como tú cuando tenías a mi zorrín....¡uff! ¡Que escalofríos!

Una amistad inolvidable

-El Pequeño Guerrero está malito, pero aún así cuando le miras te sonríe y hace un ruidito que me encanta y espero que no se me olvide nunca. Hoy hace seis meses, pero creo que siempre ha estado en mi vida.

-El Rey está de vacaciones, los gigantes de viento le han dado tregua y dedica sus horas a cuidarnos, a hacer la comida, a fregar, a recoger, a quitar pañales y jugar a mamás e hijos (él es el hijo), ¿Dónde quedaron las estancias en hoteles de lujo y el caviar por las mañanas...?(no se, porque nunca las tuvimos, eso sí el camping del Puerto si se le echa un poco de menos) Da igual porque se que es feliz, se lo noto en...la corona.

-Me acabo de acordar que tengo una galleta superchula y superrica de mi panadería de confianza (en ca´ la Mari, ahora la Tere, que diría mi abuela) y acabo de sonreír, por cierto ayer hice un bizcocho de limón que apunto estuve de tirar porque se hundió y quedó feo, menos mal que no lo hice, que rico que está, que ya no queda nada.

- Ayer regalaban sonrisas, y eso amigos a día de hoy están muy caras, así que aprovechar si necesitáis una están en el tablón de enfrente del Instituto, la condición es: si coges una debes dejar en otro sitio, unas cuantas por si alguien las necesitara claro.

Gracias Cristina

Para los que en el día de hoy hayan perdido su sonrisa, espero que la encuentren muy pronto.

Despoblación

Yo soy de pueblo y mucho, cuando voy a Madrid (una vez cada 5 años, más o menos) siempre me acuerdo de Paco Martínez Soria con la caja con gallinas no os digo más.

Vivo en mi pueblo y me encanta, soy feliz viviendo aquí con sus miserias y sus cosas buenas; mucha gente me dice "Es que has tenido mucha suerte de vivir en tu pueblo", cierto, pero la suerte muchas veces se busca teniendo muy claro lo que quieres y sacrificando unas cosas para tener otras, así que ya se que es una suerte inmensa tener a mis padres cerca (sobretodo esta semana que he estado con 38º de fiebre sin poder moverme, aunque las que no estoy mala también), suerte de tener trabajo (si, o de trabajar en lo que salga, o de reinventarte a cada tropiezo, o de que ya no se si soy bióloga, diseñadora, librera, presentadora o actriz ¡Ah no!), suerte de que tu marido es de aquí (si, después de 15 años mareando la perdiz, suerte habernos dado cuenta, ¡Qué rapidez la nuestra!). Aún así me consta que mucha gente se intenta quedar en casa sin éxito.

En una entrada pasada ya pregunté que preferís si pueblo o ciudad, el problema no es lo que se quiera es que en muchas ocasiones ya estás decantado hacia un lado por la gran cantidad de posibilidades, sobretodo profesionales que una ciudad te ofrece (o al menos te ofrecía), ¿Qué ocurre?, que al final todos nos vamos a las grandes ciudades con todo lo que implica. Hasta donde vamos a llegar, ¿nos vamos a tener que ir todos a la ciudad? En España solo quedarán Madrid, Barcelona (bueno ya veremos que pasa), Sevilla, Valladolid... o estas también se aglutinarán porque solo puede quedar una ¿Y después?

Lo que es cierto es que nadie y digo NADIE, ni de un color ni del otro, ni de la Administración más pequeña a la casa de La Moncloa ha hecho absolutamente nada por cuidar el mundo rural, NADIE, si no todo lo contrario. Todas las leyes, para los sitios grandes, parámetros, para los sitios grandes, visión, para los sitios grandes porque no ven más allá de sus narices de las torres de Madrid.

Hay una cosa que me preocupa por encima de todo en este mundo y esa es la salud de mi familia y después de eso, está la despoblación de mi comarca, porque conlleva muchas cosas, la primera, la tristeza más absoluta de ver en los tablones de anuncios las esquelas de tres en tres y de ver como se van cerrando casas, de acordarte de quien vivía en ellas, de imaginarte las hordas de niños que en tiempos de mis padres corrían por las calles, la tristeza de ver a abuelos solos que ven a sus hijos con suerte una vez al año y sobretodo de cuanto tiempo nos quedará aquí.

Las mismas carreteras y vías que nos trajeron trabajo y buenas comunicaciones, nos están quitando la vida, muchos vienen ganan el dinero aquí y se lo gastan allá, todavía me acuerdo cuando en las casas de los maestros, vivían los maestros, el de mate, la de música... pero nadie hace nada, si más carreteras.

Supongo que en algún momento por la cuestión del péndulo en la historia (de como la Edad Media, da el Renacimiento y este el Barroco) gire y la gente se de cuenta que en un pueblo vives con bastante menos y con mayor calidad que en la ciudad, aunque no puedas ir a ver el musical del Rey León un martes por la noche, por cierto cuantos en Madrid han podido ir a verlo, porque yo de Sahagún conozco a varios.

Nosotros seguiremos luchando a brazo partido por quedarnos aquí con suerte y sin ella mientras nuestros hijos tengan que comer, aunque el otro día me llegó una oferta de bióloga con un sueldo de 5.000 €, ¿A qué mola?....en Gabón, jejeje, (la suerte sería esa oferta en Sahagún, eso sería suerte). Mientras tantos los niños de pueblo juegan con gallinas, perros, con la wii y con las pulgas, sobretodo la mía eso si mientras ellos estén felices los demás seguiremos para delante, que como dice el Rey para atrás no hay sitio.

Mis niños de pueblo

(Editada Sábado 24 de noviembre)
A tenor de las últimas noticias, muchos pensarán que sabía algo pero no, no lo supe ayer cuando escribí esta entrada. Lo sabía desde el primer día porque siempre, siempre, el pez grande se come al chico; aunque muchos intenten que no sea así dando un voto de confianza al pezqueñín, pero no se puede ir contrar el orden establecido. Y así estamos escribiendo la historia. 

Censura

Últimamente alucino con muchas cosas (creo que demasiadas), total que no doy a basto para quejarme y patalear que es el único consuelo que nos va a quedar. Una de ellas es la censura, si, eso que se nos antoja antediluviano que suena a película de la postguerra o a países allén de los mares resulta que cada vez nos acecha más y es que en un entorno virtual como es la red en el que pensamos que somos completamente libres para hacer y decir, algunos de hecho abusan de esa libertad, resulta que nos denuncian fotos, nos cierran perfiles y nos borran la información de la misma forma que aquellos con sus tijeras cortaban besos, faldas cortas e indicios de tetas.
Ahora el sexo no es la diana preferida ya que si así fuera tendrían que cerrar el chiringuito a cal y canto,  según el "Señor Don Feisbuc" ha decidido que las mujeres pariendo y amamantando afectan a la sensibilidad de la gente y que todas aquellas que tengan en sus muros, perfiles y álbumes alguna imagen en tal situación son denunciadas y eliminadas la imagen, el perfil y cualquier día llegarán los geos a tu casa y te llevarán detenida con la teta fuera. Que decir, pues que no lo entiendo, ¿qué malo hay en dar la teta? si no eres el señor Puleva claro o ¿en parir? les recuerdos a estos señores que todos salieron de ahí dentro.
Es que me puede esta polémica, pero porqué a la gente le molesta ver la naturalidad, igual es que la artificialidad les da miedo y no soportan la esencia de lo que es ser humano (¡Uy! me acabo de asustar yo misma de esta frase). Si, tenemos tetas y han sido diseñadas para amamantar luego las hemos dado otros usos (no seré yo la que esté en contra de dichos usos, ¡vive Dios!) pero lo que es, es. También parimos, si, con más o menos facilidad, con cesárea o como sea, que dentro no se quedan y ya está. No digo que las imágenes no sea impactante y más que tendría que ser pues es, sin duda alguna el momento más importante de nuestras vidas y esto no creo que nadie me lo rebata.
Yo llevo exactamente 3 años y 5 meses dando de mamar (primero a la Princesa y después con un lapso de 6 meses al Guerrero) y tengo que decir que nunca he visto caras raras y coste que no me he escondido nunca con lo cual no me puedo quejar pero se de gente que le han echado de locales porque molestaban, como por ejemplo el facebook.
No se cual será la solución, no entiendo este pudor y la doble moral de toda esta gente que no le molestan marquesinas con mujeres medio desnudas pero pone el grito en el cielo porque una madre dé el pecho a su hijo pero ciertamente es para hacérselo mirar. Yo por mi parte seguiré amamantando a mi hijo donde él me lo pida y donde estemos a gusto intentando no molestar a nadie pero anteponiendo sin dudar las necesidades de un bebé de cinco meses (o tres años) sobre los extraños prejuicios de adultos pasados de rosca.

Mamá entra en la foto

Solo puedo decir que me encantaría haber escrito eso y que suscribo todo, absolutamente todo lo que dice y que yo pongo mi foto con mis tesoros y mis ojeras.

Mamá entra en la foto

Un pequeño detalle

Hace unos días me encontré por Sahagún con una chica que es de Galleguillos de Campos y que su hijo jugaba con mi primo en el Sahagún Promesas, ocurre que como en todos los pueblos todos siempre encontramos una relación con todos.
No se su nombre, de hecho estuve mucho tiempo hasta que me la encontré mientras paseaba con mi madre y le dije "es esa". Una tarde de viernes cuando la Princesa tenía, calculo que, seis meses más o menos estábamos en la tienda las dos solas, esas tardes suelen ser muy tranquilas pero como pasa en todos los comercios de repente empezó a entrar gente hasta que se llenó (tampoco hace falta mucho para que ocurra esto jeje) el caso es que la niña era un bebé muy, muy tranquilo que no lloraba y solo hacía que dormir, menos ese día.
Madre primeriza + tienda llena de gente + niña berreando como nunca lo había hecho = Mujer al bordé de un ataque de nervios y Todo sobre mi madre juntas.
En ese momento esta chica que os digo me dijo ¿Quieres que la coja? yo que de aquella tenía el complejo loba (que no me ha desaparecido, aunque con el segundo afloja bastante), pues como me vería que le contesté "Si, por favor" la cogió, la meneó un par de veces y se quedó todo pancha en sus brazos (ya apuntaba maneras la Princesa), yo atendí a la gente, hasta que nos quedamos solas y me devolvió a la niña feliz.
El caso que cada vez que me la encuentro, me acuerdo de ese momento y de lo infinitamente agradecida que me dejó y me doy cuenta como un pequeño detalle te marca como la persona que vas a ser para el resto del mundo, por lo que también un pequeño mal detalle puede hacer lo contrario.

Diseño Social

Dentro y fuera

El otro día en una conversación de balcón con mis vecinos marroquís me comentaban que estaban celebrando la Fiesta del cordero, cuando cerré la ventana pensé algo que tengo muy asumido; somos iguales, si ,todos somos iguales, nacemos iguales, desnudos, y somos nosotros mismos los que nos vestimos con prejuicios y perjuicios, territorialismos y nacionalismos sin sentido que nos distancian los unos de los otros.
Con los últimos recortes sobretodo en sanidad me reafirmo aún más, no voy a entrar en política aunque tenga mis ideas, como todos, estoy hablando más allá de un sistema de siglas sin alma. He oído de todo en estos últimos tiempos, que no podemos ser una ONG, que no podemos pagar la sanidad a nadie, que en sus países (fuera) nadie nos la pagaría, que estamos muy mal (dentro),... y tantas y tantas frases que apedrean mi cabeza. Antes entraba al trapo cual vitorino, hoy ya me callo porque no quiero discutir con nadie ni decir cosas de las que me arrepienta.
Entiendo que ni todos los que vienen de fuera son buenos o malos ni los de dentro son todos buenos ni malos, lo que me revelo es ante el dentro y fuera. Solo pido relativismo y empatía sobretodo esta última, ¿Porqué personas buenas y piadosas que no dudan en echar su aportación al domund ponen el grito en el cielo porque se atienda sanitariamente a su vecino sin papeles?
Quien nos dice dentro de unos años que no estemos montados en una patera mientras intentamos llegar a los acantilados de Dóver, y entonces nos dirán que el trabajo es para los ingleses no ¿Qué ya lo dicen? entonces lo mejor sería estar dentro, ¿de dónde? porque ya perdí la cuenta.
Hace poco leí que todos somos emigrantes africanos, pues la especie humana emigró de allí hace millones de años, así que si hay que estar dentro de algo, eso es el Valle del Rift, por lo que todos estamos fuera.
Odio las fronteras, con todas mis fuerzas, cada día odio más las banderas y sobretodo a aquellos que quieren pelear por un cacho de trapo, o por lo que sea, porque todo aquello que nos incite a la pelea no merece la pena, ni siquiera una persona, sobreto una persona. Alguien que quiero me ha dicho que en una pelea nunca gana nadie y estoy muy de acuerdo con ello.

Pues eso que todos nacemos iguales, desnudos