viernes, 9 de noviembre de 2012

Un pequeño detalle

Hace unos días me encontré por Sahagún con una chica que es de Galleguillos de Campos y que su hijo jugaba con mi primo en el Sahagún Promesas, ocurre que como en todos los pueblos todos siempre encontramos una relación con todos.
No se su nombre, de hecho estuve mucho tiempo hasta que me la encontré mientras paseaba con mi madre y le dije "es esa". Una tarde de viernes cuando la Princesa tenía, calculo que, seis meses más o menos estábamos en la tienda las dos solas, esas tardes suelen ser muy tranquilas pero como pasa en todos los comercios de repente empezó a entrar gente hasta que se llenó (tampoco hace falta mucho para que ocurra esto jeje) el caso es que la niña era un bebé muy, muy tranquilo que no lloraba y solo hacía que dormir, menos ese día.
Madre primeriza + tienda llena de gente + niña berreando como nunca lo había hecho = Mujer al bordé de un ataque de nervios y Todo sobre mi madre juntas.
En ese momento esta chica que os digo me dijo ¿Quieres que la coja? yo que de aquella tenía el complejo loba (que no me ha desaparecido, aunque con el segundo afloja bastante), pues como me vería que le contesté "Si, por favor" la cogió, la meneó un par de veces y se quedó todo pancha en sus brazos (ya apuntaba maneras la Princesa), yo atendí a la gente, hasta que nos quedamos solas y me devolvió a la niña feliz.
El caso que cada vez que me la encuentro, me acuerdo de ese momento y de lo infinitamente agradecida que me dejó y me doy cuenta como un pequeño detalle te marca como la persona que vas a ser para el resto del mundo, por lo que también un pequeño mal detalle puede hacer lo contrario.

Diseño Social








2 comentarios:

El Rey dijo...

No debemos juzgar a las personas por la cima a la que han llegado, sino por el camino que han hecho para llegar.

Henry Ward Beecher

Juan Carlos Álvarez dijo...

Dos comentarios...
Uno para la reina ...genial la entrada del blog, como siempre.
Otro para el rey...genial la cita.

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