lunes, 10 de diciembre de 2012

Reiniciandome -------------

Acabo de ver el programa de Salvados "Reiniciando España". Ante todo decir, que Jordi Évole me tiene rendida, aunque reconozco que me fastidia las noches de los domingos, las mañanas de los lunes y la semana en general pues las verdades que cuenta son tan duras que es difícil asumirlas y sobretodo el sentimiento de impotencia que te genera el ver tantos desbarres políticos, económicos y sociales.
Pero el segundo programa de hoy ha sido diferente, muestra que hay otra forma de hacer pero va indisolublemente unida a otra forma de ser. Desde que la crisis inunda nuestros días y conversaciones ya se había pasado por mi cabeza el que tenía que haber otra manera de hacer y de vivir que decía Rosendo.
Últimamente gran parte de mis conversaciones con mi gente van y vienen de la situación tan convulsa en la que vivimos y muchas de ellas acaban con las palabras, "nosotros no podemos hacer nada" y yo ante eso me revuelvo y me retuerzo, no me gusta el no poder hacer nada, prefiero hacer algo aunque me equivoque.
Cierto es, que en esta crisis unos tienen más culpa que otros y la están pagando los que menos tienen pero cada día me doy más cuenta que lo que realmente la ha provocado es una perversión de nuestro sentido vital y en eso tenemos la culpa todos entre los que me incluyo, me explico:
Sentido de la vida: Ser feliz / Sentido de la vida actual: Ser feliz porque se tienen muchas cosas
Los señores de las grandes empresas se lo han montado superbien en colaboración con los de Mad Men (publicistas) para hacernos creer que necesitamos por ejemplo, un ipod, dos coches y veinticinco camisas y nosotros hemos entrado a derecho. Mola escribir esto desde un Mac diseñando un flyer, ahora mismo mi crisis existencial me sale por las orejas...
Todos sabemos que Inditex "posiblemente" tenga niños haciendo las chaquetas que nos ponemos, peor aún, yo se que las Adidas que lleva mi hija "posiblemente" las haya hecho una niña no mucho mayor que ella, o una persona con unas condiciones laborales inexistentes y encima sabiéndolo sigo yendo a comprar a esos sitios y este es el problema, que cerramos los ojos.
El mayor problema que tenemos es cuando hablamos: necesito un ...., ¿Cómo que necesito?, no lo necesito, me han hecho creer que lo necesito pero no es así, y yo tengo que ser lo suficientemente fuerte para pasar de ello y lo que es más importante mis hijos no pueden aprender esa "necesidad" porque ahí es donde venceremos a la crisis, al consumismo, a los políticos antisociedad y al capitalismo abusivo.
Ahora viene cuando me llaman progre, roja y hippi, pues si, igual lo soy pero ser lo contrario no está funcionando a nadie, que yo sepa la paga extra se la han quitado a todos los funcionarios y las pensiones se han congelado independientemente de la intención de voto y del ideario. Ahora que lo pienso a algunos si que les funciona muy pero que muy bien.
Por cierto también soy utópica, idealista y hasta fantasiosa, pero yo no estoy hablando de tirarme al monte y hacerme eremita que a veces lo he pensado, ni voy a dejar sin regalo de Navidad a mis hijos (porque entre otras cosas tengo la suerte de podérselo comprar) pero todos sabemos que es aquello de lo que podemos prescindir lo cual va unido a nuestras necesidades reales junto con el dinero que tenemos cada mes.
Yo estoy decidida a intentar cambiar mi mundo, es decir cambiar-me, no creo que sea cuestión de días ni de meses e incluso hay cosas que aunque quieras hacerlas no podrás como por ejemplo buscar cosas que no sean "made in china", pero creo que detalle a detalle, persona a persona igual hacemos algo, merece la pena intentarlo; creo que solo el hecho de planteárselo es un gran paso.





1 comentario:

Anónimo dijo...

Entiendo que este tema es tan delicado que no os atrevais a mojaros. Pero creo que según se esta poniendo todo o nos mojamos, o los peces se los van a comer todos los chorizos.
Que te puedo decir yo, salvo que me gustaría poder decirles a mis hijos (dentro de unos cuantos años) que todos y si no todos la gran mayoría, pusimos nuestro granito de arena en el mismo lado para comenzar a cambiar las cosas.

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