miércoles, 10 de noviembre de 2010

El porqué del porteo

Desde antes de que naciera mi Princesa, me interesé por los portabebés, me encantaba la idea de poder llevarla muy cerquita. Indagando en muy buenas páginas como Red Canguro y Mimos y Teta entre otras muchas, supe de los portabebés más convenientes, de las formas de portear de sus ventajas y de sus placeres. Así me hice con un bebé pouch o fardel, como decía mi padre y con una Ergo Baby, me quedé con ganas de un foular pero no lo descarto en un futuro.
Seguro que como este tema está tan cerca de la lactancia y sus lactivistas, enseguida saldrá otro artículo provocador y difamatorio tipo ¿Madres o Canguras? o mejor ¿Madres o Burras? que parece más peyorativo aunque ya sabéis lo que pienso yo de insultar usando a los animales aquí.
Mis últimos viajes en tren me han llevado a retomar un vicio, que no tengo intención de dejar pero que tenía aparcado, que es el de la lectura y en mi último libro "El jardín de las mujeres" de Aminatta Forna (muy recomendable) he encontrado este párrafo y me he sentido muy bien, ya que muchas veces me he fijado en que mi hija actuaba de una forma u otra con alguien, según lo que sintiera yo hacia esa persona y este texto me ha dado la respuesta:
"Vueltas. Y más vueltas. Giros y giros. No te marees. Los ojos cerrados. La nariz entre sus omoplatos. Los labios contra su piel suave. Aspira su aroma. Bailamos. Estoy sobre su espalda. Queremos seguir así para siempre. Así es como bailamos enlas noche en que vamos juntas al lugar de las mujeres: el lugar secreto donde se encuentran las mujeres.
Una vez acabada la cena, mamá me ata a su espalda. Me sostiene contra sus senos, se agacha y luego enrosca mi cuerpo en torno al suyo. Ahora estoy sobre su espalda. Sé que no debo caerme. Me agarro a ella con los muslos, con los puños, con uñas y dientes. Me pasa una tela sobre las nalgas mientras sostiene parte de ella con los dientes. Se pasa los dos extremos por la cintura, luego me los pasa bajo las axilas y finalmente hace un nudo entre su pechos.
Ahora formo parte de ella. Siento sus músculos, sus tendones, cuando camina, cuando trabaja, cuando se dirige a podar los cafetales. Siento como sus corazón se encabrita y se tranquiliza. Sé a quien teme. Sé a quien ama."
Recuerdo a la Princesa dormida en mi espalda o en mi pecho y con toda la gente diciéndome ¿No te pesa? y yo pensando como me va a pesar, si estoy volando entre las nubes. Ah! y otra cosa.... Bailad como si nadie os estuviera viendo y con vuestros hijos encima.

7 comentarios:

Amaya dijo...

Chica...ya me estás enlazando una tienda online o me cuentas dónde la compraste que voy en Navidades, que la que yo tengo no aguanta más por Atila y por aquí no hay ninguna.

De todos modos yo también estoy pensando en el foular...

LA TETA REINA dijo...

A mi me dejó una mochila mi hermana pero cuando Boliche creció un poco, no me resultaba cómoda. Esa que llevas en la foto si parece más cómoda. El fular lo descibrí yo un poco tarde, pero si hay un siguiente me lo cojo, eso seguro.

Me ha encantado el parrafo que has escrito.

Galleta dijo...

@Amaya. Yo estoy genial con la ergobaby.eu, te dura hasta los 18 kg, el foular me asustó un poco lo de los nudos pero si fuera ahora me lo compraría son mucho más versátiles y creo que a todo se aprende. De todas formas lo ideal, sin contar presupuestos y en un mundo genial, serían los dos. Ya que el Rey es feliz con la mochila e igual con tanto nudo se me añugaría.
@Teta:la mochila es supercómoda para ambas, la Princesa nació con luxación de cadera y gracias a ella se la corrigió más rápidamente, van sentaditos y durmiendo la mayor parte del tiempo. Pero como haya un siguiente, que espero que si el fular será mi primera compra.

Piedad dijo...

Pues yo ya me siento un poco alejada, por fortuna, de todas estas decisiones, pero acabo de conocer que ha fallecido el poeta vanguardista gaditano Carlos Edmundo d'Ory y te(os) dejo un poema para la Princesa que te va a gustar.

Las cinco vocales de la recién nacida

A E(va) i/o u(va)
nacida como perla de una concha de mar
y/o in cellam vinariam del amor
hija de dos hijos hoja de cuatro ojos
la tercera viviente de empinada terraza
cerca del aire y cerca del calor
entre noches de estrellas y días de batallas
en medio de un binomio de ternuras nativas
durmiente terrenal acunada por ritmos
de versos y temblores y roces fraternales
has entrado en las palmas cálidas de unas manos
manantiales ¡te estoy viendo mamar!

Decora Recicla Imagina… dijo...

Qué bonito el texto, y qué bonito el poema. Gracias.
Yo conocí la bandolera de anillas el año pasado por una mami de la guarde. La niña ya pesaba demasiado para aprender a usar el fular y opté por las anillas...Bendito tesoro! Aunque Carmen siempre quiere ir andando siempre lo llevo en el bolso. Con 32 meses todavía lo uso, qué poquito me queda!
A mi me da igual lo que diga la gente...mira..cambio el refrán. "ande yo (y mi hija) feliz, ríase la gente"

Ana dijo...

hola!!

LLego a tu blog a traves del de mamá contra corriente y me está gustando mucho.

Mi niño va a cumplir 27 meses y aún lo llevo muchas veces en una mochila manduca. Yo, como tú, me sorprendo cuando todo el mudo me dice que si me debe destrozar la espalda, que si es muy mayor...si es lo mas maravilloso del mundo!!!

Si quieres conocernos un poquito más te animo a que visites nuestro blog http://creciendocondavid.blogspot.com/

Desde hoy te sigo!!

ANA CARDENAS dijo...

Hola!! me a encantado este post,y tu blog!!
lo acabo de compartir en facebook,a partir de hoy tienes una seguidora más :)
si quieres conocernos pásate por mi blog:
http://kanguret.blogspot.com
besos!!

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