viernes, 14 de diciembre de 2012

Complejo de Electra

Dicen que las hijas son de los padres en mi caso y en el de mi hija, la leyenda es cierta. Con mi madre he pasado diferentes fases desde pelearme todos los días a no poder vivir sin ella, esto puede ocurrir en varios años o todo en el mismo día. Ante la horrorosa pregunta ¿A quién quieres más? Yo no sabría que contestar porque soy incapaz de elegir, aunque sé de muchos que lo harían sin dudar. Creo que esa duda es lo mejor que te puede pasar pues significa que tienes a dos personas en las que apoyarte y de la otra forma solo tienes una.


Hay miradas que deshacen
Pero mi padre es parte de mi mano, cuando me ocurre algo y tengo que tomar una decisión desde si aceptar o no un trabajo, hasta que voy a cenar en Navidad, primero lo hablo con el Rey, luego con mi madre y al final con mi padre. En esto parte de la culpa la tiene mi madre que hace lo mismo y el Rey acaba diciendo: "Da igual lo que te diga porque al final le vas a preguntar a tu padre"y es que tiene razón, no se, es algo visceral, ni siquiera lo pienso.
¿Qué ocurre ahora?, que estoy sufriendo en mis carnes el otro lado del complejo de Electra, mi hija solo ve por los ojos de su padre, a veces es un poco frustrante cuando quieres hacer algo con ella y dice "No, papi", pero a la vez es un gustazo verles juntos y pensar que pueden llegar a tener una confianza tan grande como yo con mi padre.
De repente te das cuenta de la suerte que es querer igual a papá y a mamá, siempre hay dos personas con las que hablar, cuatro ojos que vigilan, cuatro oídos que escuchan y sobretodo cuatro brazos que dan achuchones. Y está la cosa como para andar despreciando abrazos.

Me queda el consuelo de que si es cierto que las hijas son de los padres entonces también será verdad que los hijos son de las madres (silogismo puro y duro jejeje) o también que al final volverá debajo de las faldas de mamá porque de ahí salimos y es donde siempre queremos volver.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi hija, de momento, es muy muy de su padre, pero no porque su madre no la quiera (ni pensarlo se me ocurre), sino porque tengo la suerte de pasar mucho tiempo con ella, y claro, soy el que la saco de paseo, juego con ella, la doy de merendar...
Buena entrada María.
Sergio Cuevas

Anónimo dijo...

Mi hija me quiere muchísimo y yo a Ella Uff no sabría decirlo. Pero el caso es que siempre que esta "un poco apurada" como suelo decir yo. Siempre, siempre llama a su madre, sera por que como bien dices todos salimos de hay, verdad mi Reina.

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